Alma de Cristo, santifícame
Cuerpo de Cristo, sálvame
Sangre del costado de Cristo, embriágame
Agua del costado de Cristo, purifícame
¡Oh buen Jesús!, óyeme
Dentro de tus llagas, escóndeme
No permitas que me aparte de tí
Del maligno enemigo defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame
Y mándame ir a tí
para que con tus santos te alabe
Por los siglos de los siglos. Amén.
1 comentario:
Esa es la piedra donde el Señor sufrió la agonía en Gethsemani
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